Historias en primera persona II

Bueno, ahora haré lo que tenía pensado en un principio, esta será la primera de muchas autobiografias de grandes personajes del mundo. Empezaremos por el Leon.
Hola, soy el Leon Leonardo, Leon para los amigos. Yo, como el resto de los leones, vivo en la sabana, tengo una esposa que sale todos los días a cazar, unos crios que no me dejan dormir mis 16h diarias y una vida apacible, o por lo menos la tenía. Hace poco me llegó una carta, era de un niño, me preguntaba cómo era ser el rey de la selva.
Le mandé una respuesta predeterminada tipo A
Muchas gracias por escribir, debes saber que me preocupo mucho por todos mis admiradores y que he tenido muy en cuenta tu carta, te dedico el plato de lentejas que haré en mi próximo programa y te mando un llavero de recuerdo.
Pero esa carta me hizo pensar ¿Soy el rey de la selva? ¿Desde cuándo? ¿Por qué no me lo ha dicho nadie hasta ahora? Lo primero que hice fue buscar en internet, sí sí, estamos muy avanzados tecnológicamente los leones, nosotros inventamos la bombilla realmente, y nuestras melenas son elementos de viaje interdimensional que nos permiten viajar a universos paralelos.
Digo...

Zaap.
Nuestras melenas son puramente decorativas. Bueno, pues fui al registro de propiedad, supuse que si soy el rey de la selva o no lo sabrían allí. Así que pregunté:
-¿Quién es el rey de la selva?
-El leon.
Eso confirmó mis sospechas, pero todavía me quedaba una duda:
-¿De qué selva soy rey?
-No sé... ¿Tanganika?
Dicho eso me fui a la selva, pero no me gustó, así que se la vendí a un traficante de madera, ahora soy un actor famoso y la mascota de la Metro Golden Mayer.
Me acosan los ecologistas por vender la selva pero yo les respondo.
-Culpa vuestra por hacerme rey de la selva. VIVO EN LA SABANA.
Fin.