domingo, 29 de marzo de 2009

Lolo

Hoy, queridos lectores, me pongo a escribir para transmitir la noticia.
Ha nacido una leyenda.
Muchos intentaron cautivar tanto los corazones como lo hizo él, Gandhi, Galileo, Socrates, Che... Nadie consiguió cambiar tanto el mundo ni representarlo tan bien.
Hablo de un hombre, que se reveló contra las ataduras impuestas en busca de su felicidad. Un Hombre, que la encontró. UN HOMBRE que a pesar de las adversidades nunca se rindió. ¡UN HOMBRE que me enseñó el verdadero sentido de la felicidad! Nos dicen que recordemos a los ideales, no al hombre. Porque como hombre pueden capturarle, pueden matarle y pueden olvidarle, pero cuatrocientos años después, los ideales seguirán cambiando el mundo. Pero yo recuerdo al hombre:
Se llamaba Lolo.

Lolo nació, como otros tantos de nosotros, en este frio y gris mundo materialista, donde para ser feliz debes tener, debes tener para ser aceptado en esta sociedad, donde mejor aceptado eres cuanto más caro es lo que poseas. Él no opinó así, tomó lo que ya nadie quería y allí halló la felicidad. Lolo encontró una lata. Lolo observó la lata detenidamente mientras pensaba todavía en lo absurdo de la sociedad capitalista y cómo, aun así, era la mejor que existía. Entonces pateó la lata. La felicidad le invadió cuando la lata venció las ataduras de la gravedad y se elevó hacia el cielo, cuando volvió a tocar el suelo, su sonido alegre le invitaba a volverlo a hacer. Lolo pateaba la lata, y nadie le prestaba mucha atención, pero a él no le importaba, era libre y feliz, tenía una lata a la que patear ¿Qué más necesitaba?
Pero la gente empezaba a fijarse en él ¿Por qué es tan feliz? Se preguntaban. Solo está pateando una lata, la gente empezaba a hablar de Lolo, el niño con la lata. Algunos no le comprendían, algunos le apoyaban, otros le envidiaban, pero a Lolo no le importaba, el tenía a su lata. (Aquí me he ido a dormir, me he despertado, ido al instituto, vuelto, almorzado, visto House y South Park, roleado, jugado a la DS (Por cierto, como mola el Final Fantasy Cristal Chronicles Echoes of Time DS (¿Os gusta la técnica de paréntesis dentro de paréntesis)), sacado al perro y vuelto antes de volver a escribir) Le envidiaba Blas, el cual nunca tubo demasiada importancia, tan poca que me acabo de inventar su nombre, simplemente miraba de lejos y pateaba el aire ansiando tener una lata. Sus padres no le comprendían, pero lo dejaban estar, no suponía una amenaza para el mundo que habían ayudado a construir. (Más DS, película a medias) Pero empezaron a prestarle atención cuando surgieron sus admiradores.
Éstos le animaban en su lucha por la librertad, vitoreaban sus patadas, sentían sus golpes y estuvieron al borde del colapso cuando estubo a punto de abandonar tirando la lata a la basura.
Finalmente, Lolo fue aplastado por el sistema, no se escucha más su lata rodar, pero siempre seguirá vivo en mi corazón.

Lolo,
Tú me enseñaste que la felicidad está donde la encuentras,
Que solo hay que buscarla,
Tú te has ido, yo, mientras,
Escribo esta entrada, para que todos puedan leerla.
Tú, Lolo
Nunca te olvidaré.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha gustado eso de que Lolo encuentra la felicidad en la lata, dándole patadas... Sí, no sabía que la felicidad en una lata... Se puede encontrar =,)

(Por cierto, eso de los paréntesis me ha gustado)

Anneiya