miércoles, 11 de marzo de 2009

Buff...

Pues me pongo a escribir con pereza, la verdad. He estado reflexionando mucho últimamente sobre este blog mio. Es posible que tubiera que darle un cambio, no sé, unas cortinas, muebles nuevos, y una gran y mullida alfombra (me encantan esas cosas).
El caso es que últimamente he estado escaso de creatividad, y me he puesto a pensar. Empecé este blog hace poco más de un año, increíble ¿verdad?. Lastima que empezara justamente un 29 de febrero, ahora se me jodió la fecha así que ni me molesté en hacerle una fiesta. No estaba inspirado.
El caso es que este blog empezó hace un año, cuando mi revolución hormonal estaba en su auge, a medida que ha ido pasando el tiempo, ha ido madurando y perdiendo frecuencia, éste blog ha sido una forma de liberar un poco de mi creatividad, que últimamente se ha vido dirigida a ya consolidada vida social. Pero eso no me suele impedir escribir, así que analicé qué más había sufrido una evolución similar al blog. Mucho entusiasmo al principio, menos necesario al final, pero siempre divertido y hallé la revelación.
Este blog es, en definitiva, una paja mental.
No os ofendais, es la verdad y esto no es una democracia, no se me suban a la chepa.
Tengo que pensar en una entrada para mi ex-cojo favorito, con el cual no tengo absolutamente ningún tema de conversación pero me cae bien igualmente. Puede que cuando aprenda a dibujar y convierta esto en un webcomic de esos a los que tanto me he aficionado ultimamente le dibuje y todo, de momento intento pintarme a mi mismo, y sin mucho éxito. Y mira que dibujar a alguien feo debería ser facil.
Y para mi futuro webcomic tengo hasta personajes pensados, tengo los diálogos, tengo las imágenes en mi cabeza y tengo un pulso con un portaminas en la mano que se mide en la escala Ritcher. Amén de mi nulo sentido de las proporciones y de formas y posturas, pero ya aprenderé.
Ahora vamos a intentar poner algo con lo que se ría la gente, puff, puedo poner un diálogo, una pequeña escena literaria, sí, eso haré.




Otro día. O nunca, he roto tantas promesas de entradas en este blog que me sobran 21 dedos para contarlas, pero hay muchas en lista de espera, y van a estar allí hasta que me acuerde de cuáles eran.

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